sábado, 15 de abril de 2017

MÚSICA DE CINE


Fue en los años de mi infancia cuando me convencí de que las bandas sonoras que escuchaba en el cine de mi pueblo se podían sacar de las películas para ponérselas a las vidas de la gente que yo conocía. 

Por eso, cuando murió mi abuelo, que había sufrido encarcelamientos y persecuciones, mientras recordaba su vida, me empeñé en tocar con la guitarra la música de "Papillón", la estremecedora melodía que Jerry Goldsmith había escrito para aquella película de cárcel y confinamiento tan bella y desoladora. 
 Otro día, después de enterrar a un amigo de la infancia al que le apasionaban las novelas de Oeste, y a quien, al final, de tanto leerlas, se le había puesto en los ojos esa misma expresión dura y afiliada con que Clint Eastwood entornaba la mirada, mientras me acordaba de su corta vida enseguida tachada por la enfermedad, toqué los acordes que Ennio Morricone había escrito para “La muerte tenía un precio”, y evocaba a mi amigo montado en su caballo imaginario de vaquero corriendo junto a mí, aún rebosante de salud y de futuro, desde la puerta de aquel cine, de donde manaban los sueños, hasta la plaza. 
 También, a otras vidas conocidas les puse la música de cine que saqué de El padrino, Cinema Paradiso, Memorias de África o La lista de Shindler. 
Y cuando tocaba estas músicas de película, siempre, al final, sonaban los acordes de Moon River, la banda sonora que había elegido para la película de mi propia vida, desde que vi “Desayuno con Diamantes” en aquel cine de mi pueblo. Porque fue entonces cuando me quedé estremecido con la mirada grande y melancólica de aquella actriz que rebosaba dulzura y sensualidad. Y ahora, cuando oigo esa música, aún me veo, asombrado, mirando hacia aquellos cielos de mi infancia que al final del día se encendían en la sierra de Alpédrega. Eran aquellos atardeceres enrojecidos, con el óxido del tiempo ahora en mi memoria, que evoco a través de la música y de las nostalgias, como las que parecía derramar la mirada grande de Audrey Hepburn.
Francisco de Paz Tante 
(Moon River es la banda sonora de mi novela Cielos de Samarcanda)

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