Acabo de leer “El balcón en invierno”, de Luis Landero. Y me ha causado tanta satisfacción y gozo literario, que he decidido contarlo.
Hacía tiempo que no leía con tanto entusiasmo –lo he devorado en tres tardes- un libro que me dejara esa sensación de haber degustado unas páginas que rezuman belleza y verdad.
Hacía tiempo que no leía con tanto entusiasmo –lo he devorado en tres tardes- un libro que me dejara esa sensación de haber degustado unas páginas que rezuman belleza y verdad.